9 de febrero de 2016

sistemas inestables





me forzaré a dislocar la mirada aquí, ahora, suicidar al mirón, al espectador que llevo dentro para poder así compartir este abismo, estos textos abisales de R.M. con todos vosotros. Para ello, antes, contemplar el vacío del ojo, antes de que la mirada se engrase y magulle debajo de un coche, y lo acoge en la rigidez de su maquinaria. Para leer este entramado de poemas poliedro solo podemos, leer, con un mirar otro, mimo. Agradezco así su lectura agrandando mi-la herida, tal vez. Compartiendo, otras maneras de sentir o de decir la vida. Deponer la realidad. El grito precedido de un gran silencio, pues ese grito, es la apología del yo, el decadente y furioso narcisismo. El equilibrio es poner la pasión en la calma, en lo vacío del vacío, aislar todo afán de ser. Es decir, cualquier verbo conjugado en primera persona discurre viscoso dentro de una logosfera. Que alternan –seres conmovibles. quién es el indumento. Quién se/des/plaza hasta la verticalidad de una sensación. La descripción carnal, emancipa el territorio pues respeta más a las personas que a las propiedades, ya deshabitadas en un control mediático. Decididamente patriarcal. Sin embargo, alguna gente vive fuera de esas prisiones circulares,
exceso de ceguera.
 / Las palabras pueden ser inocentes porque hemos tomado la medida exacta de su potencia, por tanto, de su reparto”. Alain Badiu, Théorie du sujet.  


SISTEMAS INESTABLES
poemas deRUBÉN MARTÍN
ED. BARTLEBY EDITORES

 **
CONTEMPLACIÓN / EN BLANCO / EL RETROCESO

(1)

No una pared vacía: una pared vacío.

Frente a ella; la voluptuosidad de no haber yo, de respirar un orificio, un color: blanco. De habitar –deshabitar- un quién. El movimiento y la inacción copular en silencio, en luz polar.

Quién no podría conjugar un verbo, ningún verbo, en primera persona. Y  no lo intentaría –aunque quisiese.

No hay incertidumbre: hay incerteza,

la incertidumbre avanza, tantea, su pulso se acelera cuando camina a oscuras y tropieza una silla. Ajena al quién, se aferra al yo. Nada menos oscuro

que esta habitación: esta deshabitación. La incerteza es estática, no busca, no exige, la idea de una silla se detiene en un umbral en el que permanece inconcebible,

abortada e irrisoria su función, sus cuatro patas, la madera retrocede a la materia, se acopla en posiciones-máscara, en posiciones-nudo, oráculo de astillas,

caja de disonancia. La mirada de nadie en la pared. Sin dejar rastro. No:

sin dejar rostro. Ni sombra

ni residuo. Solo pared, y el infinito ahora.




(6)

QUÉN mira la pared.

Muy dentro –un yo comienza
a despertar, agita
lentas manos,

un yo parásito, agarrando
cada verbo,
                        torciéndolo
hacia él, quiere decir:

yo respira, yo habito,
tal vez consiga
empezar a estar

aquí,
infinitivo, entu-
mecido, in-
constante, in-
consciente

de qué,
de cuándo
fracturar una palabra
para decir estoy,
para pensar que
piensa, que
pienso, que soy
yo
esta contorsión
dentro de

quién, parasitaria,
oscura, un intento,
un todavía,
un no alcanzar


[También esto pasará. Se habrá de desvanecer este universo en calma al igual que las obsesiones que pueblan la noche cuando por algún motivo el equilibrio diurno se ha quebrado. Desmontar lo que la mente articula, el andamiaje de imágenes y juicios. Hacer que se disipe esa realidad como desvanece un sueño al despertar, que no ocupe el lugar de la calma. Ésa es la tarea.]ChantalMaillard “La mujer de pie”


 **
FÁRMACO / UN TRÍPTICO

[…]

cuando el hombre o la mujer tuvieran en la piel de su carne tumor, o erupción, o mancha blanquecina la piel de la carne, la piel de la mente, ambas son una llamada en la noche, se te dice que vas a morirque quedan meses, o días, o minutos pharmakós, se llamó a aquel que contamina, que infecta, que ha de ser segregadotodo el tiempo que la plaga esté en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera de la ciudad será su moradamás vale que evisceres tus palabras, abrirlas por si hubiera en su interior algo que contacte, que contagie, una infeccióninfactum, lo que se hace dentro, lo que trabaja por dentro lo que invadese te ha llamado en la nochehacia la noche

La casa solamente existe cuando se convierte en ilusión. Me sorprendo si en la fachada hay una tachadura; he aquí un leproso. Niega la trepanación. Se curará alimentándose de la propia falta, herida, de su propio virus. Habito la casa desde su violencia caótica tan bien departamentada. Violencia de género, violencia laboral, violencia en los desalojos, violento soma en las redes sociales, violencia internacional, violencia tele/visada, mensajes de texto intercambiados.


el alimento del aliento vital en el antiguo libro de Liu Xie El corazón de la literatura y el cincelado de dragones ed. guante blanco / Comares,[La capacidad de un hombre tiene límites, pero las aplicaciones de sus conocimientos carecen de fronteras. Algunos, que se avergüenzan de ser pato y se ponen de puntillas para parecer grulla, exprimen el lenguaje y escarban en sus mentes. Así, su aliento vital se extingue por dentro como las olas al borde de un abismo; su espíritu y sus pasiones se duelen por fuera como los árboles del monte Niu.
10. Mengzi. Gaozi shang: “El bosque del monte Niu era hermoso, estaba situado a las afueras de un gran reino. Los leñadores cortaban su madera, ¿podría seguir siendo hermoso?;(…) vacas y ovejas pacían en él, por ello quedó tan pelado como el cuero”.]



pero el Fármaco no escinde, no separa lo puro delo impuroaniquilar trescientas células para acceder a unainfectada, invertebral la noche de los cuerpos, la fiebre como eléctrica, anguiliformelos intestinos vueltos contra sí y devorándose, es tumirada la que entra para ver lo que yaha entrado, está buscando un algo, un nudo de sentido, retorciendo, repugnando, es mi mirada quien la guía pero apenas la controla, tu mirada, mira cómo se mueve por sí sola por el cuerpo del poemallevará los vestidos rasgados y el cabello descubierto, y embozado gritará inmundo, inmundose retuerce, está solo, quiere encontrar un vaso de agua, cada mano es una piedra, es ¡un¡ puño sin de¡dosel sudor apuñaló las sábanas el músculo multifid¡o la curva de los huesos de la espalda como patas de miriápodoel Fármaco es tus ojos o son la Enfermedaddos, cuatro, veinte, dos mil ojos indagando esto que escribo, estas mayúsculas son máscaras para asustar tus ojosespantapájaros de un campo abrasado por tus ojos, quemadas de raíz todas sus cepaspara que sobrevivan –

Sobre la i¡nocencia de las p¡alabras est¡á la inocencia de los ojo¡s inocencias ambas redestinadas y conclusas en una cárcel -herriak eta herriak, alejadas de, ajenadas de, evicted- , un Estado existe entonces, desde que enjuicia el juicio, el logos, y crea un plus-valor, ya que, la adquisición sensorial determina el valor del propietario que decora las paredes y la galerada de su congestión, con la superstición e idolatría propias del que pretende acaparar el lenguaje, el lenguaje al igual que la intimidad hoy día están en extremo sobrevaloradas. La imaginación no alcanza. Tal vez con un buen dis/f/r/az…


— un puñado de palabrasuna idea, una célula, una imagen dime qué no has destruido, olvidadoque queda de este cuerpo, esta escritura enminúsculasun tajo en el abismo, un corte transversalel cuerpo que no es sinoes-ta certidumbre hecha astillas, y sin embargo —

Pizarnik en un texto suyo decía  “la conciencia del fuego apagó la de la tierra”.
Cuando vivimos una era de la ilusión de la erudición de la representación como la actual, la poesía deja de ser el triste lamento de Prometeo, deja de ser el declamar burgués acostumbrado, hilo, identidad. La poesía deviene así en materia oscura, entramada, potencial, mérito de una sola cosa, vivencia. Y estos tiempos, tímidos, atentos. Os animo a que leáis sistemas inestables de Rubén Martín. Este pequeño genio loco.

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NO MIRAR / BORRADORES PARA UN
POEMA EN REACCIÓN A ANTICORPS,
DE ANTOINE D’ÁGATA















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